jueves, 20 de octubre de 2011

Voy a Ponerme Como el Kiko


Desde hace un tiempo, creo que desde que empezaron los “Gran Hermano” y compañía, se ha puesto de moda eso de decir “las verdades a la cara”. Y además se ha instaurado como si ello fuera un valor de sinceridad y de valentía. Que parece que si le dices a alguien en la cara “eres un hijo de puta” o “vistes del culo” es algo de lo que te tienes que sentir muy orgulloso. Que el no decirlo ahora algunos lo toman como un acto de cobardía. Y la verdad es que a mí me parece algo horroroso y que está muy lejos de ser un acto de sinceridad o valentía. Que hacerlo, bajo mi humilde punto de vista, es confundir la velocidad con el tocino. Porque, ¿qué necesidad tengo yo de ir diciendo por ahí todo lo que pienso? Eso más que de ser sincero es de ser un absoluto gilipollas. Que hay cosas que no son necesarias decirlas. Y es más, que nunca se tendrían que decir. Más que nada porque existe algo que se llama educación y respeto y que nadie ha llamado a uno a decir todo lo que piensa de los demás en todo momento. Porque si todos nos pusiéramos en este plan todos tendríamos algo que decir. Y que lo que puede ser correcto para ti para el otro no. Que yo piense que alguien es un cabrón no quiere decir que esté en posesión de la verdad, que a lo mejor él piensa lo mismo de mí y sí está en lo correcto. O sea, que eso de decir verdades a la cara es ser sincero de una manera totalmente subjetiva. Y como es subjetiva y no está basado en una realidad fundamentada pasa a ser un insulto. Pero bueno, en estos programas que reinan en Telecinco es normal que busquen este tipo de argumentos como “fulanito es un falso” o “cuidao con menganita que luego va diciendo cosas por ahí”. Si no fuera por eso no tendrían ni peleas, ni follones formados. 
Que es de lo más normal no decir todo lo que piensas de alguien en su puta cara. Y ojo, que yo tampoco lo quiero. Que yo no necesito que cualquiera me venga a decir “que si eres esto o que si eres lo otro”. Eso lo aceptaré de las personas que yo quiera aceptar y lo más probable es que yo me acerque antes a ellas para preguntarles si creen que he hecho bien o mal tal cosa. Y por supuesto que uno puede decir todo lo que quiera de alguien a su espalda, que si nos quitan eso nos quitan media esencia a los españoles. Que hacerlo no es malo, que es necesario en muchas ocasiones para desahogarse. Otra cosa es que uno lo haga para despotricar gratuitamente, pero aún así es totalmente lícito. Que hacerlo no es de cobardes, que hacerlo es necesario porque a todos nos gusta compartir nuestras impresiones y nuestras sensaciones con los demás. Y como yo lo hago es lógico que los demás lo hagan conmigo. Es un juego que está totalmente aceptado por todos. Que si nos ponemos todos a decirnos a la cara todo lo que pensamos esto sería una guerra. Vamos, que viviríamos como en un perpetuo plató de Telecinco. Y oye, que los dimes y diretes son la esencia de la vida. Y lo a gusto que nos quedamos sin necesidad de tener que ofender a nadie directamente. Que si uno es un gilipollas ya se dará cuenta por sí solito. Que si yo se lo digo a la cara igual va y cambia y entonces se me ha acabado el chollo de ir poniéndole verde por detrás. Eso sí, si alguien que quiero y me importa veo que está actuando de una forma que yo veo mal se lo diré. Como también me gustaría que ese alguien me lo dijera a mí. Y eso no sería un acto de valentía o sinceridad, eso sería un acto de amor y respeto. 
Pero oye, lo a gusto que me quedaría si pudiera tener delante a Kiko Hernández para soltarle en su puta cara “eres un cateto, un ignorante y un absoluto gilipollas”. Y encima me respetaría porque desde ese momento yo sería para él una persona totalmente íntegra, sincera y valiente. 
Hay que ser imbécil…

3 comentarios:

  1. pues hay que darte la razón, te lo digo yo que desde mi camita veo el salvame todas las tardes! y las afirmaciones que hacen son tan peligrosas...
    Y si tambien! si yo puedo criticar a mi amiga por la espalda... y si se lo digo a la cara y va y cambia? se me acabo el chollo otra gran verdad!
    Mira las madres que son sabias, por ser mas mayores que nosotros, dicen... anda! si ha puesto la mesa contigo para hablar de fulana, no sufras que cuando te des la vuelta la pone para criticarte a ti!!!!!

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  2. Totalmente de acuerdo, al 100%!!! Y lo curioso del caso es que los mismos que son tan "sinceros" son los primeros que no soportan que les digan las cosas a la cara...

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  3. BRAVO! por favor, vamos a la salida del programa con una pancarta y ponemos eso que has dicho?

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