Mira, pues yo no entiendo tanta preocupación por lo de la falta de trabajo, de verdad. Que si ahora uno pone la tele y ve a los personajes que pululan por ella se le ocurren muchos trabajos a los que puede recurrir. Que ahora ser obrero de la construcción o profesor o arquitecto o panadero es malísimo porque uno lo tiene complicadísimo para encontrar curro.
El otro día, por ejemplo, acudía a Sálvame Deluxe una periodista llamada Terebere. Al margen de lo buena o mala que sea en su profesión, la tía contaba que estaba fatal de dinero y que la desahuciaban. Lo fuerte es que Belén Esteban, esa que manifiesta literalmente que “mi trabajo es contar mi vida”, era la que la entrevistaba a ella (el mundo al revés) y la acusaba de tener una pensión argumentando que mucha gente no tiene ni eso. Aprovechando su tirón mediático es precisamente la Esteban la que se abandera como la Justiciera de todos los parados y viudas que cobran una pensión de mierda cuando es ella la que gana más pasta que nadie por no hacer NADA y vivir del cuento. Y encima el público aplaudía todos sus argumentos tan demagógicos como absurdos y ridículos sin darse cuenta de que es la propia Belén Esteban la que se está riendo de todos ellos. Que la tía vive como Dios gracias a que ha sabido sacarle un gran rendimiento a su toto. Que a esta tía no le falta trabajo en televisión y sin embargo otros que sí son profesionales y llevan años currando en el medio lo tienen ahora fatal para subsistir. Como Urdangarín. Otro que manifestaba hace unos años que le costaba llegar a fin de mes. La verdad es que el tío supo quitarse el problema de encima, y oye, con un blanqueo por aquí y un pellizquito por allá también ha sabido sacarle partido a esta profesión a la que cada día se apuntan más. Que él no es el primer caso, que ya sabemos de Pantojas, Julianes Muñozes y políticos varios. Pero es que el curro en este país está tan mal que ya ni perteneciendo a la familia real uno lo tiene bien. Que la profesión de “me lo llevo” (frase acuñada precisamente por la mismísima Esteban) ha calado hasta entre la realeza. Pobrecitos.
Pero mira, ya puestos a vivir de tocarse el toto hay una profesión nueva que me apasiona: La de coñón humano (definición maravillosa que tomo prestada de mi amigo Juanjo). Una tal Sonia Baby se ha hecho famosa precisamente por eso; por meter y sacar de su coño cosas imposibles. La cuestión es que hoy en día todo se profesionaliza tanto que a Sonia Baby la han catalogado como Acróbata Vaginal (supongo que hasta debe tener su propio epígrafe específico en Autónomos) aunque a mí me parece un eufemismo muy cursi, que de profesión “el coñón humano” me parece mucho más acertado. Oye y que esta chica, por lo menos, se lo ha currado, se ha especializado y, lo más importante, no le toma el pelo ni roba el dinero a nadie.
Así que menos lamentarse de que no hay trabajo. Que teniendo el toto muy grande se pueden hacer todo tipo de juegos malabares pa llegar a fin de mes.
Si es que nos gusta un quejarnos…